Ellos están por todas partes así que la única manera de evitar que los parásitos lleguen hasta su aparato digestivo es manteniendo una buena higiene. A veces se olvidan detalles de aseo pequeños, pero que son una barrera contra las enfermedades.
Aguas contaminadas
La gente se infecta con parásitos cuando toma agua contaminada. Las piscinas son un foco de infección junto con los baños calientes, jacuzzis, fuentes, lagos, ríos, lagunas o arroyos que pueden estar contaminados con aguas servidas o heces de seres humanos o animales.
Los juguetes del bebé
Los pañales sucios pueden contaminar otras superficies con las cuales su hijo está en contacto. Los juguetes, por ejemplo. Por eso debe limpiarlos cada cierto tiempo porque el bebé gusta de llevarse todo a la boca. Recuerde lavarse las manos después de cambiar pañales.
Cuide los alimentos
Siempre lávese las manos antes de preparar las comidas y asegúrese de lavar bien las verduras y las frutas. Si desconfía de la calidad del agua hiérvala por lo menos durante 10 minutos o póngale tres gotas de cloro por cada litro de agua para matar todos los ‘bichos’.
La limpieza de su casa
Mantenga su casa libre de tierra, sobre todo los pisos y las ventanas. Use sandalias exclusivas para caminar por su casa, así no riega los parásitos que recogió en la calle con los zapatos. Evite andar descalzo.
Estos son lo indeseables inquilinos que habitan en su sistema digestivo:
Nombre: Giardia lamblia
Provoca la enfermedad llamada giardiasis
Este parásito está protegido por una cobertura exterior que le permite sobrevivir fuera del cuerpo, en el medio ambiente, por largos períodos. Una persona puede infectarse después de tragar accidentalmente el parásito y presentará diarrea, deposiciones sueltas o acuosas, calambres y trastornos estomacales. Estos síntomas pueden conducir a pérdida excesiva de peso y a una deshidratación extrema.
Nombre: Tenia
Produce la enfermedad llamada teniasis
La infección por tenia se adquiere al comer carne cruda o poco cocida de animales infectados. La larva se desarrolla en el intestino del ser humano y puede alcanzar longitudes superiores a los 3,6 m. Las tenias se segmentan y cada pedazo es capaz de producir nuevos huevos que incuban en el tracto intestinal. La larva emigra a través de los tejidos y si llegan al cerebro pueden causar convulsiones y problemas neurológicos.
Nombre: Anquilostoma
Produce la anquilostomiasis
La Anquilostomiasis es causada por un gusano redondo que afecta el intestino delgado y los pulmones. La larva penetra a través de la piel (cuando se camina descalzo, por ejemplo) y aparece una erupción pruriginosa. Luego pasa por la sangre a los pulmones, penetra por las vías respiratorias, llega a los bronquios y produce tos. Finalmente las larvas infestan el intestino delgado y se convierten en gusanos adultos.
Nombre: Ascaris
Esta lombriz produce ascariasis
Esta es la más común de las infectaciones por lombrices. Las personas se infectan al ingerir alimentos contaminadas con huevos de lombrices. Los huevos incubados liberan las larvas en el intestino que migran a través del torrente sanguíneo hasta llegar a los pulmones, de donde salen de vuelta al intestino. Allí maduran hasta ser lombrices adultas. Ellas viven y depositan sus huevos en el intestino.
Nombre: Tricocéfalo
Produce la enfermedad llamada tricuriasis
Los parásitos viven en el intestino grueso, principalmente en el ciego y apéndice, pero también pudieran infestar el colon. Las infestaciones leves ocasionan pocos síntomas pero las mayores provocan diarrea tipo moco con sangre. En casos severos puede darse el prolapso rectal que es cuando la mucosa rectal sobresale a través del ano (aparece en forma de una masa roja que puede tener varias pulgadas de longitud).
Nombre: Amebas
Produce amebiasis o disentería
Este parásito puede vivir en el intestino grueso sin causar enfermedad o puede alojarse en las paredes del colon y causar colitis, disentería aguda o diarrea crónica. La infección puede también diseminarse a través de la sangre al hígado y, menos frecuentemente, a los pulmones, cerebro y otros órganos. Los síntomas típicos de la amebiasis intestinal son diarreas frecuentes con retortijones y cólico abdominal.